A pocas horas de despedir el año 2019 y recibir a la nueva década, me arreglo el cabello, limpio mi casa, prendo un incienso, me tomo un coquito, leo a Neruda, escucho música, reflexiono en mi hamaca… Y estoy agradecida por los retos que pude vencer como soltera con compromiso, como mujer y como profesional.
Una luna se despide tras de un árbol
Deja atrás noches oscuras para siempre
Otra luna nos visita ante el asombro
Que ignoraba el aviso del principio…
Deseo que el 2020 sea el origen de un año lleno de salud, felicidad y prosperidad para todas las familias monoparentales y para todas las almas nobles que tocan la vida de un niño.
