A mis héroes
Cuando pequeña mi heroína favorita era “Wonder Woman” (y aún lo sigue siendo). Me impresionaba su doble vida, su facilidad para “transformarse” dando vueltas, su cinturón, el látigo, los brazaletes y la corona, con los que combatía el mal en busca de la equidad. Con ella aprendí que quien obra perversamente tiene que enfrentarse a las consecuencias de sus actos, porque tarde o temprano la justicia lo alcanza.
Con el pasar de los años conocí muchas historias de héroes y heroínas a través de la literatura, el cine y los relatos de la gente. Y estoy absolutamente convencida de que existen tantos héroes como villanos (lo que es necesario para mantener el balance).
Ayer fui con mi hija a ver la película “Justice League”, no solo para tener un rato de esparcimiento, sino también para saber qué proponía el filme y para qué eran necesarios tantos héroes juntos. Nos entretuvimos bastante y, por supuesto, lo mejor de la cinta fue “Wonder Woman”, una heroína capaz de liderar a varios héroes… Ja, ja.
Después de haber disfrutado de la película, le pregunté a Sofía Valentina que quién era su héroe o su heroína, en la vida real. Ella respondió: “Tú y Papi”. Su respuesta es entendible porque a su edad, su papá y yo somos los protagonistas de su vida, las personas a quien ella admira. Probablemente, a su edad, mi respuesta hubiera sido la misma. No obstante, crecemos, maduramos… la vida nos golpea, pero no falta un héroe o una heroína que nos sostiene.
Cuando mi papá enfermó gravemente, Mami, Abuela y tía Mary, fueron mis heroínas, me consolaban y me instaban a prepararme ante lo inevitable. Cuando murió mi madre, mi amiga Pamy fue mi heroína. Sobó mi panza inflada por el embarazo, frotó mis sienes con aceite de lavanda e hizo magia. Cuando pasé por la tormentosa separación del padre de mi hija, llegó (otra vez) mi heroína Pamy; con las cajas de cartón, mi heroína Ely; con una nueva cerradura y mi héroe, Lugo; fue mi soporte en el tribunal.
Fue entonces cuando decidí ser Soltera con Compromiso y mi amigo Alexander fue mi héroe y el de mi bebé. Años después me operaron y mi heroína, Pamy, estuvo allí otra vez, sosteniéndome para tolerar el dolor. Mel, Ramonita, Warren, Lugo también fueron mis héroes en ese episodio. Hace unos meses, cuando murió Cocó, mi heroína fue mi propia hija, ambas perdimos a nuestra mascota, pero ella fue más fuerte que yo.
Los héroes son personas que actúan de forma valerosa y arriesgada y que luchan para defender a otros. De modo que todos podemos ser héroes, en algún momento. Algunos de los míos han muerto, pero cumplieron su propósito cuando hacía falta. Otros reaparecen, mágicamente, cuando saben que los necesito. Y hay héroes y heroínas, de mi día a día, como Lugo y Mel… Todos han sido una fortuna a lo largo de mi camino: mis “Wonder Woman’s” y mis “Super Man’s”.
Hace ocho años que mi hija es la heroína de mi corazón, su valor me enorgullece y su bondad, me enternece. Seguro será una “Wonder Woman”, espectacular, que se arriesgará por la gente que ame. ¡Bravo por eso! Y mi agradecimiento infinito a cada uno de mis héroes.
Además del importante tema que exploras, me conmueve el fluir de tu escrito. Es como sentarse a la rivera de un apacible arroyo, bajo la sombra y el frescor de un gran árbol, con tu trago favorito en mano, y tu mejor amig@ a tu lado. ¡Refrescante! ¡Gratificante!
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Gracias, me alegro que te haya gustado.
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Me alegro. Gracias.
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